Las principales características de la zeolita son las siguientes:
1. Estructura porosa: la zeolita está compuesta de pequeñas unidades tetraédricas (como SiO4 y AlO4). Estas unidades están conectadas a través de átomos de oxígeno para formar una estructura esquelética tridimensional. Hay muchos poros regulares o irregulares en el esqueleto, y los poros pueden acomodar moléculas de agua y otras moléculas pequeñas, como iones metálicos, moléculas de gas, etc. El tamaño de los poros de la zeolita generalmente está entre 0.{{5 }}.5 nanómetros, que pueden lograr el efecto de detección molecular.
2. Fuerte intercambiabilidad: los átomos de aluminio en el esqueleto de la zeolita harán que el esqueleto esté cargado negativamente. Para mantener la neutralidad eléctrica, habrá una cierta cantidad de cationes cargados positivamente en el esqueleto, como sodio, potasio, calcio, magnesio, etc. Estos cationes pueden intercambiarse con moléculas de agua u otros cationes en solución, cambiando así las propiedades. y funcionalidad de la zeolita. La capacidad de intercambio de la zeolita generalmente está entre 0.5-3.5 mmol/g, lo que puede lograr el efecto del intercambio iónico.
3. Alta adsorción: debido a que la estructura de la zeolita es porosa y está cargada, puede adsorber eficazmente moléculas de agua u otras moléculas pequeñas, como amoníaco, metano, benceno, etc. La capacidad de adsorción de la zeolita está relacionada con su estructura, composición, temperatura, presión y otros factores. Generalmente está entre 0.1-0.5 g/g, lo que puede lograr el efecto de adsorción y separación.
4. Buena catálisis: además de las funciones de adsorción física y de intercambio iónico, la zeolita también tiene funciones de catálisis química. Puede acelerar o promover ciertas reacciones químicas, como craqueo, isomerización, redox, etc. Los catalizadores de zeolita tienen las ventajas de alta selectividad, alta estabilidad y alta actividad, y pueden lograr efectos de conversión catalítica.